30 jun 2008

Lecciones de una Eurocopa

Sábado, 7 de Junio de 2008. Empieza la Eurocopa de Austria y Suiza 2008.

El equipo que se proclamaría campeón presenta, en su primer partido frente a la selección rusa de Guus Hiddink (día 10 de Junio), la siguiente alineación;

Portero:
Iker Casillas
Defensas:
Sergio Ramos, Carles Puyol, Carlos Marchena, Joan Capdevila.
Medios:
Marcos Senna, Xavi Hernández, David Silva, Andrés Iniesta.
Delanteros:
David Villa, Fernando Torres.

Durante el partido, también entra otro futbolista que sería decisivo durante el torneo, el centrocampista del Arsenal Cesc Fàbregas.

El equipo gana cómodamente, 4-1, a los rusos. Se dice, no obstante, que la alineación es floja en defensa, que el equipo no tiene profundidad por las bandas, que los conceptos que vencieron en Alemania'06 (rigor táctico, dobles pivotes, contragolpe) no estaban presentes en esta selección y que, por lo tanto, no se la podía considerar candidata al título.

Día 14 de Junio. La selección española se enfrenta a Suecia en el segundo partido. Empieza venciendo, pero los suecos empatan. David Villa, que sería máximo goleador del torneo y se mostraría al mundo como un ariete de primerísimo nivel, desequilibra la balanza en el añadido; 2-1 para España, seis puntos y el liderato del grupo asegurado.

Día 18 de Junio. Último partido del grupo, frente a Grecia. La selección, llena de suplentes, empieza perdiendo frente a una Grecia muy similar a la del 2004, basada en el balón parado, la contra y un gran despliegue físico, con un gol de Charisteas. Los mismos suplentes remontan con un tanto de De la Red y otro de Güiza a pocos minutos del final, demostrando de nuevo una competitividad nunca vista en el conjunto de Aragonés.

Final de la fase de grupos. España pasa primera y se empareja con Italia para el a priori fatídico choque de cuartos de final.

Día D, 22 de Junio. La selección azzurra, sin su capitán por lesión, sin Pirlo ni Gattusso por sanción, y sin Nesta y Totti por renuncia, se enfrenta a España. El partido termina 0-0... y en los penaltis pasa lo nunca visto; los italianos fallan, Casillas para dos penaltis... y Cesc, que no tiraba una pena máxima desde los 15 años, hace el "milagro" y mete el último gol, el decisivo, que clasifica a España, por primera vez desde 1984, a las semifinales de un gran torneo de selecciones.

Semifinales, de nuevo frente a la sorprendente Rusia de Guus Hiddink que ha eliminado a una Holanda aparentemente indestructible. 26 de Junio. España se impone con claridad a los rusos con una segunda mitad de fútbol eléctrico, controlando totalmente el juego y destrozando la zaga rusa. El partido termina 3-0. Lo imposible parece cumplirse; España llega a una final por primera vez en 24 años.

Final, 29 de Junio de 2008. Alemania, que ha eliminado sorprendentemente a una Portugal aparentemente todopoderosa y posteriormente a una heroica Turquía (en ambos casos, al más puro estilo clásico alemán), jugará la final con un equipo de físico envidiable, gran altura y un despliegue colosal; todas las virtudes que teóricamente debe tener un equipo en el fútbol "moderno".

Pues no. España, plagada de "bajitos", de futbolistas que en teoría no se complementan entre sí, sin profundidad, con un físico endeble y sin poderío aéreo alguno, vence la Final a Alemania, a la historia y a todas las teorías futbolísticas que están en boga en estos momentos. Igual que Cruyff con su Dream Team en 1992, la idea de que el fútbol de toque ha muerto, de que el físico es lo más importante y de que el defensivismo y la espera del error rival es el único camino a la victoria, se desintegra en la nada absoluta.

Lección para la historia: Ningún fútbol ha muerto, ninguna forma está pasada de moda, no existe una línea conceptual única para entender el fútbol competitivo. La contra como único recurso no lo es todo, defender como máxima no garantiza el éxito.

Y una frase que quedará en la memoria; el fútbol es así... y así no significa de una forma concreta, sino que, como todo lo humano, albergará millones de interpretaciones, tantas como pares de ojos lo vean. El fútbol técnico de ataque no ha muerto, ni morirá jamás. Los técnicos que con grandes equipos juegan a defenderse no son los que están de moda, ni los que tienen la llave del futuro... sólo son cobardes que no tienen agallas de proponer fútbol ofensivo por miedo al error.

Estas son, para un servidor, las grandes lecciones que nos ha dado una Eurocopa para recordar, sobretodo por el fútbol exhibido y porque, por una vez, se ha hecho justicia y ha vencido el que mejor ha jugado.