22 dic 2008

Esto que van dos y...

Bueno, llevaba tiempo sin escribir ya. Pronto serán Navidades, esas fiestas que son tiempo de magia o un homenaje al consumismo según quién te las cuente, y obviamente no puedo pasar sin felicitároslas; pero antes de eso, hay un par de temas que quería tratar. Y como el blog es de un servidor (sí, sé que a veces no lo parece, pero es mío con tós sus píxeles y sus letritas de colorines y tal), pues creo que uno está en pleno derecho de escribir lo que le dé la gana, puesto que ESTO ES UN PAÍS LIBRE Y FALTARÍA MÁS, ¿¿NO?? ¡¡¡QUE YA ESTÁ BIEN DE TANTA OPRESIÓN, HOME!!! HO HAVEU VIST AIXÒ??? LA MARE QUE ENS VA PARIR!!!!

Poco tiempo para tanto cambio

Sí, ya sé. Algunos argumentarán que ya lo sabían. Son esos mismos que al principio le ponían a caer de un burro, obviamente. Pero lo cierto es que pocas veces se ha visto, aquí en el Estadi, que un proyecto recién iniciado tenga tanto éxito en tan poco tiempo. Obviamente la cosa acaba de empezar y Guardiola hace bien en pedir infinita prudencia; pero el nivel de juego es excepcional, los resultados acompañan y los elogios vienen cruzados. Sería bueno que "los que ya lo sabían" dejaran de recomendar prudencia al equipo y se la recomendaran un poco a sí mismos; el equipo la prudencia la lleva de serie, les entrena Guardiola y el técnico de Santpedor se lo está trabajando hasta las últimas consecuencias. ¿Quiénes son "los que ya lo sabían" para recomendarle nada al entrenador azulgrana?

En esencia, los mismos que llevan sabiéndolo todo desde que Kubala empezó a darle toques a un balón. Los que se creen en posesión de la verdad, pase lo que pase; los que no se ven jamás afectados por lo que digan o escriban, puesto que si funciona se arrogarán el mérito, y si no funciona, nadie se acordará del fallo.

Pues bien, querría recordarles a los "iluminados" que los aficionados podemos hacer lo que nos plazca, podemos estar eufóricos y descorchar tres botellas de cava al día; no somos nosotros/as, afortunadamente, quienes jugamos cada semana un partido de Primera y uno de Champions o Copa, sino esos veintitrés-veinticuatro profesionales (repito: pro-fe-sio-na-les, no aficionados que necesiten consejo de los "iluminados") a quienes dirige Pep Guardiola.

No nos equivoquemos. Son ellos los que jugarán, ellos los que deberán controlar esa famosísima euforia (que yo no conozco todavía, a ver si me la presentan un día de estos... eso sí, debe ser guapísima si todos hablan de ella, ¿no?). Son los jugadores y el cuerpo técnico los que deben quedar a salvo de relajaciones y demás problemas cósmicos típicos del fútbol.

Nosotros, afortunadamente, podemos hacer lo que nos venga en gana.

Elegantes formas de tirar el dinero; clases prácticas de negocio ruinoso

A principio de temporada, me vi metido en un debate sobre la decisión de Robinho de irse al ManCity. Mis argumentos eran los siguientes; el joven delantero brasileño había sido ninguneado en Madrid, un club que en ese momento (y hasta la fecha) no presentaba un proyecto sólido; su fichaje por el club inglés iba a significar el inicio del desembarco de grandes futbolistas al equipo celeste de Manchester, subvencionados por el jeque árabe de turno (que muy probablemente dejaría el City en una posición más que comprometida cuando se cansara de su juguete, todo hay que decirlo); Robinho mejoraba su contrato, se aseguraba una posición mediática sobresaliente y anunciaba el nacimiento de otro "grande" a nivel británico y europeo.

Matizo, eso sí, que el único pero era la oferta del Chelsea, que yo personalmente hubiera considerado más idónea aún dada la evidente solidez del nuevo proyecto, liderado por un técnico exitoso como Scolari y protagonizado por los futbolistas de máximo nivel del equipo "blue" al que se añadía el jugador-ganador por excelencia, el ex del Barça Deco. De todos modos, el City ofertaba más... y Robinho se fue al City, lógicamente.

Hasta aquí, bien, pero... ¿cómo podía yo prever que Mark Hughes se iba a dejar el crédito conseguido en los Blackburn Rovers a la primera de cambio? ¿Cómo podía yo prever que el City realizaría, en vez de incorporaciones lógicas y encaminadas a formar un bloque sólido, cuatro fichajes aparentemente aleatorios y más que discutibles, ninguno de los cuales de calidad verdaderamente diferencial?

Es obvio que un pobre servidor no podía saber lo rematadamente mal que lo iban a hacer en el City of Manchester Stadium... sí, lo sé, uno no es perfecto, qué queréis...

Motivación y teoría... ¿"and" o "versus"? (
N. del A.: Ensayo corto, malo y sin conclusión, no apto para gente con buen gusto)

Esto daría para un ensayo futbolístico larguísimo, profundísimo y sobretodo aburridísimo que obviamente no voy a hacer. Sólo quería poner sobre la mesa este tema; visto lo que hizo el Madrid en el Camp Nou tras caer Schuster y aparecer Juande, el cambio de mentalidad de la plantilla del Barça después de la llegada de Guardiola, o del Blackburn post-Ince con Allardyce... ¿qué tiene más peso en un equipo, el factor humano o el técnico? Difícil de decir. ¿Cómo vencieron (si es que podemos llamarlo así al desastre general que montaron entre todos) los visigodos y los romanos a Atila en los Campos Cataláunicos, justamente tras la muerte del rey Teodorico, cuando en teoría eso debía desmoralizar a los godos del oeste?

No me gusta la "poética futbolística"; creo que no hay razón alguna para comparar lo que hacen once tíos contra once más con una pelota de por medio con lo que hacían, años ha, soldados que luchaban a muerte por la causa que fuera (o por ninguna en especial en la mayor parte de casos). No creo en la "épica" (forma muy utilizada en estos últimos tiempos para tapar lo que ha sido un partido de nivel pésimo ganado por los pelos), ni en las "conjuras" (forma de llamar al mínimo orgullo profesional a un grupo sin dirección ni idea futbolística alguna), ni en nada por el estilo; pero es obvio que no se puede despegar el aspecto motivacional del puramente técnico.

Qué nivel de importancia tiene lo uno y lo otro... dependerá de vosotros. Si haces caso a los "iluminados", o mejor aún, a los "sabios" (por alguna razón, sobretodo argentinos) que propugnan que lo único importante es que los mejores jueguen sin darle relevancia al equipo como conjunto, la pizarra, el entrenamiento del día a día, las correcciones durante un partido, los planteamientos, los "scoutings" y todo el trabajo técnico apenas tiene efecto alguno; la pregunta entonces es doble, primero habría que saber por qué los clubes tiran dinero haciéndolo... y después, por qué los "iluminados" no son todos entrenadores profesionales, trabajo éste con el que se ganarían posiblemente la vida mucho mejor que colaborando en ciertos medios...

Navidad, Fin de Año... ké vonito éh bibir en un puévlo

Sí, llegan las fiestas y tal, lo del consumismo que decíamos antes, blablablá y todo eso. Muy divertido si tienes algo de dinero (cosa que nunca suele aplicar al común de los mortales, tócate las narices) y puedes hacer una escapada, aunque sea de unos pocos días, al otro cabo del mundo (no sé, a Punta Cana, a Rio de Janeiro o a Cangas del Morrazo, todo es lo mismo), acompañado de tu amada pareja y dispuesto, durante el día, a tomar muuucho, muchísimo el sol -mientras la piel aguante-, y durante la noche, a... a... esteee... bueno, a descargar muuucho, muchísimo estrés -mientras los muelles de la cama aguanten-.

Pues bien, resulta obvio que un servidor no tiene ni un triste euro en el bolsillo. ¡Qué vida más triste!, diría el tío ese que tenía un blog para colgar vídeos y ahora sale por la tele (podríamos analizar eso en gran profundidad... pero P41 lo haría con mucha más gracia y acidez que yo). Pues si viera el pobre tipo lo que es que para más inri te digan que no justo al empezar... bueno, bueno, lo dejaremos aquí, que tampoco os interesa mi vida sentimental. Al loro que podría estar embaucando a algunos de ustedes, y eso no me gusta. A lo que íbamos; si no tienes un euro, ni pareja, y en Nochevieja te encuentras viviendo en un pueblo que resulta ser lo más parecido a un agujero negro que se encuentre en el Sistema Solar... pues te tienes que aguantar y pagar veinte euros (que no tienes) para entrar en una sala (que odias con todas tus fuerzas) y pasar allí la noche (aburriéndote como una ostra en un vivero).

Como un servidor está al límite del suicidio (colectivo), pero aún conserva un cierto amor propio (¡ja!), me he negado en redondo a pagar esa entrada. ¡Sí! ¡Me rebelo contra este destino cruel, como hicieron antaño los helenos contra los reyes persas! Ahora la gracia es saber si terminaré como los héroes de Maratón (recordados eternamente y honrados por familiares y conciudadanos) o como los de las Termópilas (recordados eternamente... y alegremente crucificados por sus amigos orientales).

Deseadme
suerte; me hará mucha falta... más o menos, un par o tres de kilos. Envueltos, a ser posible, que son para regalo.

PD: Ah, y por cierto, si no nos vemos antes... ¡
Feliz Navidad!