14 sept 2008

Paciencia II (ahora sí)

Sábado, 13 de Septiembre del 2008. El primer partido de la segunda jornada de la LFP enfrenta, en el Camp Nou, al FC Barcelona con el Celtic de Santander - digooooo, el Racing...

Ahora sí

Muy diferente el panorama del once inicial al que vimos en Soria. Ahora se hacen las cosas bien; a pesar de la presencia de futbolistas jóvenes como Piqué (por ausencia, debido al viaje con su selección, de Márquez), Busquets (decisión técnica) o Pedro (por ausencia de nuevo, esta vez de Messi), la alineación es lógica, responde a los parámetros típicos de un 4-3-3 y, en definitiva, es mucho más coherente con la formación que frente al Numancia.

Así pues, saltan al terreno de juego los siguientes futbolistas; en la portería, Víctor Valdés; en defensa, una línea de cuatro con un lateral ofensivo, otro lateral con rol prácticamente de tercer central (lo que hacía Oleguer en la 05/06), y un marcador y un líbero formando pareja en el eje; esto es, Alves, Abidal, Puyol y Piqué. En la media, se juntan por fin un pivote de verdad, un todoterreno y un constructor en las personas de Sergio Busquets, Keita y Xavi. Delante, nueva línea de tres con un "perfil Giuly", un delantero y un extremo clásico, séase, Hleb, Eto'o y Pedro.

Como siempre en estos casos, la elección de los futbolistas levanta polémica; que si debió jugar Iniesta, que si Messi, que si Touré... pero el caso es que los canteranos que salen de inicio cumplen a la perfección durante todo el encuentro, especialmente un Sergio Busquets que demuestra día tras día que puede convertirse en una pieza interesantísima para el primer equipo, quizás incluso en un fijo en la alineación en unos años.

Buenas ideas, buena actitud, ejecución regular

El equipo sale entonado, presiona bien, abre a banda con mucho acierto (labor impagable del injustamente criticado Hleb, así como del joven Pedro); llega con poco peligro, pero el balón se mueve con más velocidad, el juego tiene una intensidad superior a la vista en Soria.

Sólo falta un detalle clave; el gol. El Racing, como era previsible, se encierra atrás (faltaría más que propusiéramos algo no fuera a ser que viéramos un buen partido), el cerrojo cuesta de abrir, pasan los minutos, termina la primera mitad y continúa el 0-0. Hleb se tiene que retirar por una entrada criminal de Pinillos, castigada con una simple amarilla, entra Iniesta; el de Fuentealbilla quizás no destacará mucho, pero trabajará muy bien.

Llega el penalti no pitado del mismo Andrés (aquí se demuestra, supongo, la conspiración arbitral pro-Barça de los últimos años una vez más), las acciones clarísimas de Eto'o, la salida de Messi para intentar el revulsivo. Hasta que finalmente, la defensa comete un error, penalti a favor del Barça por mano de Christian; Messi lo tira impecablemente y el 1-0 sube al marcador.

Hasta aquí, hubieran faltado un par de goles, que el Barça hubiera cerrado el partido marcando antes; en una falta estúpida, en una jugada estúpida, el Racing marca un gol estúpido que hace subir al marcador el 1-1, cerrando después el encuentro (nunca mejor dicho) montándose una barraca tremenda atrás. Con Iniesta y Messi como extremos, el campo no se abre como antes, aparecen defectos típicos y el equipo no es capaz de remontar el vuelo.

Nada más se les puede reprochar, a pesar de que los medios (¿Resultadistas? ¡Qué va, nunca!) condenen a todo el mundo y hagan encuestas preguntando "quién es el culpable del mal arranque".

Lo normal y corriente

Se acaba de iniciar un proyecto difícil; como cualquier equipo que pretenda jugar bien al fútbol y no sólo montar barracas, el Barça de Pep necesita un tiempo de adaptación y aprendizaje, tanto ofensivo como defensivo, debe adquirir unos automatismos y crear un entramado defensivo sólido que permita a Alves subir sin que por ello se rompa el equipo. En el haber del equipo, decir que muchos problemas detectados en Soria se corrigen; por poner un ejemplo, frente al Racing Alves pudo subir con las espaldas bien cubiertas por Keita, Busquets y la zaga. Nada que reprochar de nuevo, sobretodo a las alturas de temporada en las que estamos.

Precisamente en ese tiempo de adaptación de que hablábamos antes se insistió al principio; apareció en los medios, en las tertulias, los periodistas se llenaron la boca de ello.

Para variar, todos lo han olvidado, al parecer. Ahora ya son demasiados puntos perdidos (un buen momento para juzgar, con la friolera de DOS partidos de Liga jugados, fíjense ustedes), el gol que no llega, todo sale mal al parecer. La paciencia que ellos mismos pedían, ahora la niegan. ¿Qué lógica tiene eso? Ninguna, pero... ¿acaso la prensa deportiva la ha tenido nunca?

Es momento de dar un tiempo al equipo como lo era hace dos semanas, a pesar de que en ese momento se producían situaciones preocupantes. Una vez corregidas (Pep no cambia al pivote, se juega con extremos de verdad, no se junta a Xavi e Iniesta en el equipo, se crea una sociedad Keita+Busquets para tapar la banda de Alves, etcétera), que la pelota entre es cuestión de tiempo. Lo que importa ahora es el concepto... y cuando éste, como pareció ayer, está claro, todo lo demás se convierte en una cuestión de ejecución, una ejecución que paulatinamente mejorará.

2 sept 2008

Paciencia (como siempre)

Domingo, 31 de Agosto del 2008. Iniciada la Liga el día anterior con el partido Espanyol-Valladolid, llega el turno del Barça, que juega su primer encuentro en el estadio de Los Pajaritos frente al Numancia de Soria.

Qué curioso...


Ya de por sí, sorprende el once inicial. Con sólo un cambio en referencia a lo que se vio a finales del año pasado, el conjunto azulgrana cuenta de inicio con Valdés; Alves, Márquez, Puyol, Abidal; Touré, Xavi, Iniesta; Henry, Eto'o, Messi. Es decir, ningún extremo puro, y Xavi+Iniesta otra vez juntos con sólo Touré por detrás suyo.

Sorpresa, obviamente, seguida de problemas. Si ya en ¡¡Noviembre!! del año pasado quedó claro que los dos canteranos internacionales no podían jugar juntos, resulta que llega Pep Guardiola y les incluye a ambos en la alineación.

Bueno, no hace falta decir el resultado. Desgraciadamente, quedó muy claro una vez más. 1-0 para el Numancia, partido perdido, 70% de posesión, y a pesar de las ocasiones de gol (algunas ciertamente claras), sigue quedando la sensación de que el fútbol es lento, previsible y cansino; séase, como el del año pasado.

Más problemas

Esto de inicio... luego ya queda para el recuerdo el siempre nefasto cambio de Touré, el único pivote, por un jugador que no lo es; siempre que se cambia el pivote, indefectiblemente el equipo pierde. Lleva dos años pasando ya... a eso se le puede añadir el tiempo que se esperó en efectuar los cambios (60', igual que Rijkaard) y lo que costó que se sustituyera a un Iniesta totalmente desaparecido... pero ya son otras cuestiones que plantean interrogantes más graves aún. Ya habrá tiempo para tratarlas en otras entradas en caso de que no se solucionen... pero entonces estaremos hablando, eso sí, de un buen desastre.

Intentemos construir; intentemos solucionar

Viendo los problemas del equipo, que están clarísimos desde hace bastante tiempo ya, sorprende que Guardiola no haga un simple par de cambios (sí, sí, sólo dos deberían bastar) en la alineación para solventar, al menos de inicio, estas carencias.

El primer cambio es sustituir a uno de los dos canteranos, Xavi o Iniesta (debido al bajo momento de forma, seguramente debido al exceso de partidos, para mí está claro que es Andrés quien debería ir al banquillo, al menos un tiempo), por un futbolista de más llegada y menos toque, de más desgaste defensivo y menos estilismo. Y si se ha fichado a Keita para eso... ¿a qué se espera para utilizarle?

El segundo cambio atañe a la delantera. Como demostró en Soria, el único futbolista del equipo que al parecer sabe lo que es abrirse en banda es Alexander Hleb (criticado hasta la saciedad por un cierto sector del barcelonismo... cuando el pobre hombre acaba de llegar y sin apenas jugar partidos; pero qué más da, hay gente a quien lanzar caca sin razón alguna le produce una intensa excitación sexual, al parecer...); incluyámosle en el once. Desde mi punto de vista (muy poco popular), el hombre a sustituir es Samuel Eto'o. ¿Por qué?

Se vio en Soria. Eto'o no sabe jugar de espaldas; él es un futbolista de espacios, de movimientos a la espalda del central, de desmarques de ruptura. Combinar en la frontal, aguantar la pelota, no es su estilo ni lo será nunca. En el poco rato que Henry jugó de 9 puro demostró saber hacer eso... y bastante más, aunque desgraciadamente apenas tuvo tiempo (Eto'o no es un buen jugador de banda, sencillamente allí desaparece, y colocar a Thierry allí es más "fácil"), y además, como le cuelga el sambenito de "acabado",

Pues bien, según esta óptica, Eto'o podría ser sustituido por Henry (en cualquier momento, el camerunés podría entrar al campo, sabiendo que el galo no está para aguantar 90' al máximo nivel, a aportar un plus de frescura y velocidad) y la plaza de Henry podría quedar cubierta con... Messi. Hleb pasaría a la derecha.

¿Por qué de nuevo?

Por pura lógica. Messi no es extremo derecho; es un trescuartista desmedidamente veloz, con un regate endiablado, con buen pase incluso. Ponerlo a la derecha significa simplemente encararlo a tres defensas sin darle más opción que regatearles; no hay compañeros más abiertos, los otros están demasiado cubiertos en el centro. Tres zagueros para él, sin entrarle, sólo flotándole... y Messi anulado del todo; esto es lo que hizo el técnico numantino el otro día... y Leo desapareció.

Así pues, tenemos sólo dos cambios; entra Hleb y se marcha Eto'o, entra Keita y se marcha Iniesta. El otro cambio es táctico; Messi pasa a la izquierda, Hleb pasa a ser el extremo (por fin alguien merece ese nombre) derecho. Se puede incluso introducir un tercer cambio; ubicar a Keita en el interior diestro, cambiando a Xavi de lado en el 4-3-3. No representaría un cambio demasiado importante para Xavi... y como veremos después, podría ser bastante útil al equipo.

¿Qué ganamos?

Ganamos solidez en el repliegue gracias a un trabajo, el de Keita, que ni Iniesta ni Xavi saben hacer; equilibrio atrás si el mismo Seydou juega por la derecha, donde podrá cubrir con más facilidad las subidas de Alves; y arriba, se gana en amplitud con un Messi que ya no va hacia el centro sino hacia afuera, y con un Hleb que deberá aprender a compenetrarse con Alves para ser un arma poderosa mediante la combinación (mucho más de lo que podrían ser el brasileño y Messi, al ser claramente el argentino un hombre de conducción).

Es sencillo. No requiere de fichajes fantásticos como el de un sobrevaloradísimo Arshavin (se vio de nuevo en la Supercopa... ¿dónde estaba Andrei?), ni bajas estratosféricas como vender a Henry y a Hleb y que Txiqui dimita (pero eso sí, a Pep ni lo tocáramos, que el pobre no tiene la culpa de nada...). Requiere simplemente una pequeña aplicación del sentido común... ¿se hará?

Sólo hay una cosa que se le puede decir a Guardiola ahora mismo; Pep, oblida't dels tòpics... i pensa!