Tuve cierto, digamos, trabajo, para usar un eufemismo más o menos adecuado, estos últimos días, y debido a ello no pude actualizar este blog; la causa, un viaje relativamente corto en duración y larguísimo en experiencias varias...
Sí, Ibiza. Una isla marcada por el turismo (sobretodo des de las Islas Británicas), por la fiesta exagerada y excesiva de resultados imprevisibles, por el consumo alocado de toda sustancia susceptible de crear bienestar y sobretodo por la presencia allí de personalidades de primera de todas las categorías imaginables.
Como relatar un viaje así se haría monótono y perdería el interés, iremos punto por punto haciendo escalas en los lugares de mayor "interés cultural", según el orden de visita.
1- Space Ibiza. Decepcionante es seguramente la palabra. Sin ningún Dj destacado la noche en la que estuvimos, de ese club de fama mundial lo más destacado sin duda es precisamente lo que no vimos; los after-hours del eterno Matinée, lugar de encuentro de Djs de primera categoría como Taito Tikaro, J-Louis, G-Martin y Iordee, así como de vocalistas del nivel de Rebeka Brown y el gran Clarence, que hacen las delicias de un público ya especializado en alargar la fiesta algo más de lo debido o de empezarla directamente por la mañana; o también, y sobretodo, la sesión del inmenso (en tamaño y en calidad) Carl Cox, el rey de los clubes, cuya sesión no coincidió con los días de nuestra estancia. Dividida en dos, con ambas salas separadas entre sí y sin la posibilidad de pasar de una a la otra directamente, lo cierto es que Space no fue aquello que esperábamos, una especie de Nirvana de la música de club.
2- EsParadís. Sorprendente y refrescante, nunca mejor dicho, EsParadís es un club creado para tener un cierto aire clásico, hasta diría que erótico, destacable sobretodo por su Water Party, una experiencia muy especial que te deja sin palabras a la vez que muy mojado y peligrosamente próximo a terminar con una pulmonía triple. Con una música algo más comercial que la oída en Space, con canciones como el remix de Seven Nation Army como estrellas de la noche, así como con el espectáculo del agua cayendo, de cientos de personas alocadas chorreando y de una cabina donde se lo pasaban mejor que nadie, EsParadís es sin duda una parada imprescindible en la Isla Blanca.
3- Amnesia. Una fiesta indispensable por dos razones. Primera, la irresistible Foam Party, uno de esos eventos en los que sabes que no debes meterte porque luego ya no sales pero al que terminas cayendo siempre; y segunda, por el violín eléctrico de Micah, una experiencia curiosísima y realmente recomendable en la que los sonidos más electrónicos se mezclan con la fina música de una cuerda no tan inocente como pueda parecer. Go-gos de primerísima, dos salas (una, con Robbie Rivera y su Dirty Sexy Electronic Music, Juicy, como les gusta llamarla, y la otra con los residentes y la espuma lista para descargar), y una fiesta inolvidable en la que terminas tan calado como en EsParadís pero además arriesgas la piel y los zapatos si se te ocurre meterte en el meollo cuando sacan el cañón de espuma. Sin duda, otro paso indispensable para tener controlada la fiesta de Ibiza.
4- Pachá. Lo último que nos dio tiempo a visitar, y seguramente lo mejor. Un club inmenso con terrazas, ambientes house, latino y hip-hop, infinidad de niveles y todo tipo de comodidades previo pago para que te sintieras realmente en el cielo de la noche de la isla. Con el gran Roger Sánchez montándose un auténtico festival en su Release Yourself, así como un MC un poco más abajo, el disfrute estaba servido. Una sesión para enmarcar de música de club de primer nivel combinada con un toque afroamericano y el relax de unos cómodos sillones en las mencionadas terrazas, en una instalación que podía ofrecer cualquier cosa que te pudieras imaginar (sí, cualquier tipo de cosa, realmente...).
Más que recomendable, intocable como cita en la Isla Blanca, un lugar de paso obligado para todo aquél que quiera disfrutar del mejor house y a la vez tener alternativas para pasar la noche. El precio lo vale, eso sí...
En resumen, y aunque nos dejáramos por el camino el inmenso Privilege (otro año será) y la sesión de Carl Cox (ya habrá tiempo para ir a verle cuando venga a Barcelona), lo cierto es que la cita con Ibiza es una obligación para todos aquellos que quieran presumir de estar a la última en todo lo relacionado con el mundo de la música de club y de la fiesta en general.
Y como apéndice, no podemos olvidar uno de los lugares característicos de la isla, un sitio mítico que aunque no nos dispensó precisamente una cálida acogida (es fuerte que no puedas pedir un asqueroso café en un Café como éste), lo cierto es que no puedo excluir de esta pequeña guía de aficionado; des de la costa oeste de la isla, el eterno Café del Mar y sus increíbles puestas de sol dejan oír sus ritmos chill-out por toda Ibiza y mucho más allá. Otro lugar para enmarcar, sin lugar a dudas.
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