Pero uno no puede evitar, a pesar de todo, sentir cierto cariño, cierta simpatía inconfesable hacia el Atlético de Madrid. ¿La razón? La ignoro. Se trata de un club gestionado de una forma cuanto menos dudosa, con evidentes problemas deportivos y sin títulos nuevos en sus vitrinas desde hace más de un decenio; ¿cómo podría una entidad en estas condiciones convertirse en poseedora de una de las aficiones más fieles de la LFP y del mundo del fútbol?
Lo ignoro. Es un misterio de esos con los que a veces nos deleita el gran Enric González en sus Historias, comparable a los sueños de Lucarelli en Livorno o al origen verdiamarillo del Manchester United. Lo dejo, por lo tanto, a los maestros del género, que sabrán tratarlo indudablemente mejor que yo.
Lo que sí quería hacer hoy es algo que los humanos no podemos evitar hacer; entrometernos. Sí, hoy quería entrometerme un poco en el Atlético. ¿Para criticar? Bueno... entre otras cosas, sí. Pero también para ser un poco constructivo; cuando se trata de castillos en el aire, es tan, tan sencillo construir...
No pienso hacer un análisis profundo del Atlético de estas últimas temporadas, ni tampoco de la metodología de un técnico de altísimo nivel como es Javier Aguirre. No está a mi alcance a día de hoy, y soy plenamente consciente de ello.
Lo único que quería es establecer una pequeña comparativa, intentando explicar, aunque sea muy por encima, por qué todos los centrales que ficha el Atlético parecen terriblemente malos, por qué el Atlético tendrá inmensos problemas para imponerse a cualquier equipo grande este año y, en definitiva, por qué este Atlético no juega sólo contra sus rivales... sino también contra el mundo.
El Atlético de Aguirre: Once contra el mundo
Hace unos pocos días, el blog Lecciones de la Pelota publicaba un interesante artículo llamado Tipos de Mediocentros, firmado por un reputado integrante de la blogosfera futbolera como es Adrián Cervera (Análisis de Calidad). Evidentemente aconsejo su lectura a cualquiera, porque ilustra los roles de los distintos jugadores de una forma muy gráfica y entendedora, para que hasta un profano absoluto como un servidor pueda comprenderlo con facilidad.
Hagamos un pequeño ejercicio e intentemos comparar los contenidos de ese artículo con el partido que vimos ayer entre el Barcelona y el Atlético; concretamente, con la alineación que presentó Javier Aguirre, que fue la siguiente:
Portería: G. Coupet
Defensa: G. Seitaridis, J. Heitinga, L. A. Perea y M. Pernía
Mediocampo: Maxi R., P. Assunçao, Maniche y Simao S.
Delantera: D. Forlán y F. Sinama-Pongolle
Como veis, destaco especialmente los cuatro futbolistas que supuestamente jugaron en el centro del campo colchonero. Bien. Ahora, comparemos con los cuatro perfiles en los que clasificaba Adrián Cervera a los mediocentros, e intentemos clasificar según este criterio a los jugadores remarcados;
Posicionales: -
Recuperadores: Assunçao (¿?)
Organizadores: -
Llegadores: Maniche
Bien. Aquí, para encajar la cosa, ubico a Assunçao en un rol de recuperador. Hay quien no estará de acuerdo, posiblemente; de hecho, ni yo mismo estoy de acuerdo, para ser honestos. De todos modos, para las conclusiones a las que queremos llegar, este punto no sería realmente decisivo. Hay que decir, volviendo al partido que nos ocupa, que posteriormente entraría el argentino Éver Banega, al que clasificaríamos seguramente dentro del rol de organizador debido a la labor que principalmente desarrolló.
Bien. Vemos que, ya de inicio, Simao queda absolutamente fuera de esta clasificación; el luso no es un centrocampista, es un extremo, y por lo tanto no corresponde a ninguno de estos perfiles. Y si Simao no es un centrocampista... entonces tenemos que el Atlético no juega con cuatro futbolistas en la media... sino con tres.
Es más; teniendo en cuenta que Maxi, a pesar de ser un jugador con mucho más recorrido y al que hemos visto jugar de interior en más de una ocasión (por ejemplo, con la Argentina del Mundial'06 bajo las órdenes de Pekerman, cerrando la punta derecha del rombo formado por él mismo, Mascherano detrás, Cambiasso a la izquierda y Riquelme delante), sigue de todos modos siendo un jugador de banda, y por lo tanto, no asimilable a esta clasificación... y si tampoco a Maxi podemos ubicarle como medio, entonces es que el Atlético no juega tampoco con tres medios...
...sino con dos.
He ahí la gran tragedia del Atlético, la razón por la cual juega contra el mundo; estimado lector, el equipo rojiblanco dirigido por Javier Aguirre no utiliza un 4-4-2 como aparece en las alineaciones oficiales... sino un 4-2-4, formación absolutamente suicida a día de hoy conociendo la máxima importancia del juego en el centro del campo (tanto en el plano ofensivo, como en el defensivo, como en el de transición entre ambos) a la hora de explicar el fútbol actual.
El Atlético, pues, sacrifica la figura del organizador cuando no está Banega (es decir, de inicio en la mayoría de partidos; por lo tanto, nada de Pirlos), así como la del mediocentro posicional (tampoco Mascheranos, ni Makelelés). Teniendo en cuenta que Assunçao tampoco es un futbolista que podamos comparar a Gattusso o Essien en lo que a despliegue físico se refiere, y que Maniche, aun siendo un gran jugador, tampoco es un experto en la distribución del balón, entonces nos damos cuenta de un hecho catastrófico; y es que el centro del campo del Atlético de Madrid es un ente prácticamente inoperante a efectos prácticos cuando la exigencia es máxima. No hay nadie que dé soporte táctico a la zaga en defensa; ningún mediocentro caerá a bandas para tapar las subidas de los laterales, ninguno se incrustará entre los centrales para ayudar un poco en los centros laterales. Nadie ayudará a sacar el balón si Banega no está en el terreno de juego; como pudimos ver ayer, una mínima presión a la salida hace que los defensas, confusos, terminen pasándose el balón entre ellos, sin albirar a compañero alguno, hasta que indefectiblemente el cancerbero envía un pelotazo hacia campo contrario (o directamente a las gradas, en alguna ocasión).
Pelotazo que, por cierto, nadie podrá bajar, puesto que el Atlético no está diseñado para jugar por alto; no posee un Drogba o un Adebayor capaz de hacerse con el balón aéreo y peinarlo buscando desmarques a su espalda o bajarlo para buscar llegadas desde atrás. Es decir, que el Atlético, ya de inicio, desprecia por completo la salida del balón y sólo puede vivir del robo en campo contrario y de la contra subyacente (una contra que debe ser corta, por cierto, puesto que si hay que elaborar se pierde toda opción de llegar con claridad a la portería contraria).
Con un panorama de estas características, es obvio que cualquier central que se pueda fichar, a menos que por sí solo represente una salida del balón limpia - absolutamente comprensible la ambición atlética de fichar a Márquez, por ejemplo (aunque lo siento, es azulgrana y no se toca, debilidad personal de un servidor) -, parecerá un tronco de cuidado; y si a ello le sumas la falta total de apoyo defensivo de la media al eje de la zaga, tenemos por qué cualquier delantero puede encarar en cualquier momento a los defensas atléticos y, si posee un poco de desborde, dejarles por los suelos con facilidad (al parecer, Messi tiene algo que decir al respecto...).
Para más inri, si repasamos la plantilla atlética, más allá del partido de ayer, nos encontramos con, además de Maniche, Assunçao y Banega, a los jóvenes Camacho y Raúl García, amén de Miguel de las Cuevas. Es decir, dos futbolistas con una proyección tremenda y un jugador venido del Hércules que aún no ha encontrado un rol sólido dentro del proyecto.
Muy, muy poco, siendo realistas.
¿Qué le vamos a hacer? (Homenaje al TCM)
No soy nadie para establecer una planificación deportiva seria; no conozco los entresijos del Atlético, ni su situación económica, como para aventurarme a eso.
Sólo sugeriría una modificación, de cara a aprovechar al máximo los recursos del equipo y preparado especialmente para los partidos de máxima exigencia; un recurso análogo al cambio del 4-4-2 al 4-3-3 que planteaba Sir Alex Ferguson en la pasada edición de la Champions para partidos duros, colocando un 4-1-4-1 en defensa. La opción que planteo es precisamente la misma; cambiar el dibujo a un 4-3-3, prescindiendo o bien de un extremo (probablemente Simao, teniendo en cuenta el recorrido mucho mayor de Maxi y el trabajo nada desdeñable que puede desarrollar el argentino en fase defensiva), o bien directamente de Forlán (opción que personalmente no consideraría la más adecuada, pero que también podría ser válida según el rival), con el objetivo de insertar un tercer centrocampista que dé un poco de aire a la media colchonera.
La cuestión es la siguiente; para cubrir el máximo de perfiles, me parece obvio que a día de hoy Banega (un futbolista cedido por el Valencia, por otra parte, cosa que no habla muy bien de la dirección deportiva atlética precisamente) es absolutamente necesario en la media rojiblanca. Los otros dos futbolistas, una vez cubierto el rol de organizador, deberían aportar, en líneas generales: a)trabajo defensivo, y b)llegada (en forma de finalización o de pase, como apunta Adrián en su artículo de LDB).
En el Atlético, el futbolista que posiblemente tenga más llegada en el plano finalizativo es Raúl García; no obstante, por jerarquía, posiblemente ubicaríamos antes a Maniche. No descartaría, no obstante, colocarles a ambos sobre el terreno de juego, como se hizo la pasada temporada en múltiples ocasiones y gracias principalmente a la polivalencia del pamplonica. No obstante, desde mi punto de vista tenerles a los dos como pareja de interiores deja coja la faceta defensiva; podríamos plantearnos tal vez la inserción de Assunçao... o lo que sería ideal, de un futbolista con auténtico recorrido defensivo que, a día de hoy, no existe en el Atlético, desgraciadamente.
La idea, pues, sería la siguiente; teniendo delante los perfiles del "11" (Maxi), de un 9 "a la Romário" (el Kun) y del "7" (Forlán), la media debería estar formada por el llegador (R. García o Maniche), el organizador (Banega, que seguramente sería el que cerraría el triángulo y por lo tanto debería asumir a su vez el rol posicional en fase defensiva) y el recuperador (aquí es donde habría el agujero a cubrir lo antes posible).
Si me pidieran mi opinión de cara a la próxima temporada (aviso: esto es puro fútbol-ficción), sabiendo que Banega volverá a Valencia, yo intentaría por cuantos medios mejor hacerme con los servicios de un futbolista experimentado como es Xabi Alonso, y de un jugador de cuantos más kilómetros mejor. El donostiarra cubriría a la perfección, desde mi punto de vista, el rol de organizador con capacidad para ejercer a su vez una labor posicional; y lo que ya podría ser absolutamente excepcional sería contar con un jugador al estilo de Flamini, que, sin estridencia alguna, dotaría la media de una capacidad recuperadora espectacular. Obviamente es casi imposible teniendo en cuenta su reciente fichaje por el Milan; pero, ah, esto son castillos en el aire, los puedo construir con lo que más me plazca...
Finalizando, pues, con mi propia sección de especulación "manoletesca", sugeriría una alineación del estilo 4-3-3 (o 4-2-3-1, incluso), con Xabi Alonso, Flamini y R. García en la media y Maxi, Forlán (ligeramente caído a banda) y el Kun delante. Ya está, ya estoy. Y es que, qué narices, todos tenemos derecho a nuestros pequeños momentos de PC Fútbol (en mi caso, Total Club Manager; siempre he sido más de FIFA)... ¿no?
9 comentarios:
Primero, decir que pocos equipos juegan con 4 centrocampistas; se habla de 4-4-2 cuando en realidad juegan con 2 extremos o 1 extremo y 1 volante. Veo má apropiado decir 4-2-2-2 en estos casos, que suelen ser mucho. En el caso del Atleti, no entiendo por qué no juega Banega y sí Assunçao. Yo jugaría con Banega y Maniche (caso ofensivo total) o Raúl García que, pese a ser llegador, lo colocaría como mediocentro puro, porque ha mejorado defensivamente Agüero, Forlán y Simao.
Saludos
@ Chechu
De hecho, en categorías inferiores hemos visto a Raúl García en más de una ocasión como prácticamente pivote defensivo; tiene sin duda condiciones para serlo, pero creo que ello coartaría, al menos en parte, esa llegada que comentábamos, por la necesidad de un pivote de estar siempre atento desde el punto de vista posicional (cosa que no implica jugar estático, como insiste Abel en Ecos del Balón con por ejemplo el caso de Touré).
Desde mi punto de vista, ser ofensivo significa tener un gran equilibrio y sobretodo poder recuperar pronto para seguir atacando; ello significa que necesitas una media poderosa, seguramente más en proporción que la misma zaga, en este aspecto.
A día de hoy, la zaga del Atlético es débil principalmente porque la media es casi inexistente en defensa; no es que los zagueros sean todos malos como siempre se termina diciendo, es sencillamente que el centro del campo no funciona y los delanteros encaran a la última línea con una facilidad espectacular... y es esto, creo yo, lo que solucionaría jugar con tres centrocampistas ubicando un hombre de contención más...
Si lo que ves que le hace falta al Atleti es un mediocentro (de los que recuperan balones y dan equilibrio al equipo), ya lo tienen los colchoneros.
Su nombre es Ignacio Camacho, y va para jugadorazo. Buen defensor, nada torpe con el balón, muy buen remate de cabeza, carácter y jerarquía. Una lástima que Aguirre no le esté dando cancha este año.
@ Anónimo
Por eso le había incluido en la lista de futbolistas con proyección, aunque desgraciadamente no le conozco aún lo suficiente como para valorarle...
El problema, amigo mío, es; ¿debe jugársela el Atleti con un chaval más joven aún que yo mismo en partidos de máxima trascendencia? Que te encuentres en la situación del Barça, que tiene una serie de futbolistas contrastados y le aparece un Busquets de por medio, es fantástico; pero no puedes estar en una dinámica dudosa y ponerlo todo en un futbolista tan joven, porque sí, puede que sea un tío equilibradísimo y reaccione al desafío... o puede que le estés matando futbolísticamente para siempre.
Es un riesgo muy muy grande, creo yo.
A ver compañero, te refresco la memoria, que siendo culé (como yo) seguro que lo recuerdas.
1 de Marzo del 2008. El Barça, en su mejor momento de la temporada (a 2 puntitos del Madrid), visita el Calderón. Aguirre, sin alternativas en el centro del campo, hace debutar a Camacho, un canterano, haciendo pareja con Raúl García.
La parejita se come a la media del Barça (gracias Frank por dejar a Deco en el banco) y a partir de ahí viene el hundimiento definitivo del Barça.
El Atleti en cambio comienza su momento más dulce de la temporada. En los 13 partidos en que jugó la pareja García-Camacho, suman 31 puntos, nada mal. A Camacho le da tiempo a sorprender a todo el mundo (con partidos ante rivales como el Sevilla en el Pizjuán) y hasta mete un par de goles.
Por si no ha quedado claro lo que pienso, SÍ, ESTÁ PREPARADO.
Un saludo.
@ Anónimo
Recuerdo ese partido, ciertamente, pero lo clasifico en esa lista de partidos del Barça con Xavi-Iniesta en la media que fueron la mediocridad más absoluta en todos los sentidos y que costaron al equipo un montón de puntos...
Sobre el resto de encuentros con Camacho, bueno, repito lo de antes, no le conozco ni le he seguido lo suficiente, así que respeto tu opinión al respeto; lo que me sorprende es precisamente que un futbolista como él juegue pocos minutos, cuestión que yo había asimilado al hecho de que quizás Aguirre considere que el chico no está al 100%.
Quizás me equivoco, no lo sé. Pero la base del asunto sigue siendo la misma; creo que faltan piezas en la media del Atlético, y creo que la formación y alineación que utiliza Aguirre en muchos partidos no ayuda en absoluto a compensar esas ausencias.
Grandioso blog.
Saludos
Yepa!
Magnífico blog. Llegué buscando una imágen de la época de Davids en el Barça y me encontré con análisis táctico interesante, visión crítica y un toquecito de humor ocasional. ¡Felicitaciones por parte de un culé, y espero nuevas entradas!
Pues me da que un poco de ambas cosas, pero lo importante es que Enric González ha vuelto con sus 'Cenizas'.
Magnífico tu blog
Un saludo
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