Esta segunda parte versa sobre la prensa deportiva en este país, más que sobre la labor del periodista en sí. Aquí os la dejo:
Ramon Besa (II). La Prensa Deportiva: Tesis y monotonía, los grandes enemigos
Pregunta: Repasando la prensa actual, y sobretodo en el caso más conocido, que es el del fútbol... ¿Cree Vd. que hay una interrelación entre el periodista y el suceso? ¿Puede la prensa precipitar los acontecimientos, o incluso provocarlos?

Sin embargo, hay una matización que hacer en este caso, y es que el evitar las tesis no implica que como periodista no debas tomar partido. Puedes hacerlo, por supuesto, pero teniendo siempre en cuenta que la opinión que emitas deberá ser fundamentada, y que para ello necesitas unos argumentos sólidos y no frivolidades. Este periodismo de tesis que comentamos no tiene en cuenta la realidad en la mayoría de ocasiones, y por eso mismo se ve superado por ella.
P: Siguiendo con esta revisión de la prensa, ¿por qué parece imposible que en España aparezca un periódico con una posición neutra, análogo a la Gazzetta dello Sport italiana, o a L'Équipe francés?

Y es que, hablando de otros países, la desgracia es que aquí la prensa deportiva ocupa el mismo espacio que los tabloids amarillistas en el Reino Unido. Como la propia concepción del tabloid aquí no fructificó, se sustituyó por una combinación entre prensa del corazón, por un lado, y prensa deportiva, por el otro. Es la instrumentalización de lo que yo definiría como "gas sentimental": una especie de juego en el que todo vale, en el que nos alejamos completamente de la parcela deportiva entrando en terrenos privados, personales, y a veces incluso peligrosos si no somos muy especialmente cuidadosos a la hora de escoger las palabras.
P: ¿Considera Vd. que puede existir una banalización de la información deportiva debida a la falta de memoria histórica? ¿Por qué se crea una tendencia al tópico que se podría evitar a poco que miráramos hacia atrás?

En los últimos tiempos se dice que la gente no lee, y que es por eso que dejan de comprar los periódicos; pero la realidad es que los periódicos que publicamos son de muy baja calidad. ¿Cuántas noticias ofrecemos que no puedan conseguirse entrando en cualquier momento en Internet, o mediante cualquier medio audiovisual? ¿Qué diferencia existe entre una tertulia de bar y las que vemos en múltiples programas de televisión y radio? La gente deja de comprar los periódicos porque lo que les ofrecemos no les motiva, sencillamente.
Es esta mezcla entre mecanización y vulgarización, pues, la que está provocando que el periodismo pierda la curiosidad, el interés, la capacidad de sacar información de donde sea y a pesar de las dificultades. La nuestra es una profesión romántica; si no queremos aceptarlo, mejor que nos dediquemos a otra cosa.
P: En relación a esta cuestión, ¿cree Vd. que unos contenidos mucho más completos, buscando un análisis más profundo, podrían aunar popularidad y prestigio, y lograr mejorar las cifras de ventas?

Repito que hay que tener en cuenta una cuestión básica: en las noticias puntuales, los gabinetes de comunicación van mil pasos por delante de la prensa escrita, y es por eso que debemos diferenciarnos de ellos. El periodismo es buscar al personaje, acercarse al máximo a la noticia: llamar a teléfonos y a timbres, hacer preguntas, insistir frente a las puertas cerradas. Esto es lo que como periodistas tenemos el deber de ofrecer a los lectores, porque otra cosa es sencillamente hacer de encargado de almacén, y entonces es cuando la información es simple, trivial, banal... como le quieras llamar.
(Aquí termina la segunda parte de la entrevista. Como habéis podido ver, hasta ahora los temas tratados han sido exclusivamente periodísticos y profesionales; en la próxima entrega intentaremos acercanos un poco más al personaje más allá de su trabajo propiamente dicho... porque el sr. Besa es alguien que realmente tiene cosas que contar, y muy interesantes. No os lo perdáis)