15 mar 2010

Los tres dieces

Se ha hablado, se habla y se hablará durante unos cuantos eones (hasta que haya otro tema más jugoso para vender excelsos periódicos y maravillosas tertulias televisivas y radiofónicas, obviamente) sobre el partido de Champions entre Real Madrid y Olympique Lyonnais, sobre la eliminación del conjunto blanco y sobre todo lo que ha rodeado al segundo proyecto de Florentino Pérez hasta la fecha. Se podrían sacar muchas conclusiones resultadistas (después del partido), se podrían decir muchas cosas (todas ellas a posteriori) y se podrían criticar muchos aspectos (a toro pasado); para evitar esa posición, centraré la entrada de hoy en otra cuestión, y como suele ser habitual en este blog, en otro equipo que me es más próximo. Y es que al otro lado del puente aéreo las cosas no funcionan en absoluto como se preveía.

Ibrahimovic, el 10 que juega de 9

Zlatan Ibrahimovic es un futbolista excepcional. Técnicamente muy dotado, físicamente poderoso, el sueco posee un abanico de recursos amplísimo, especialmente en la zona de mediapuntas; su fútbol le permite moverse por la frontal del área con efectos demoledores, especialmente cuando va acompañado de otro delantero de corte más clásico. Ibrahimovic posee la capacidad de gestionar el juego directo gracias a su estatura y envergadura y a su dominio del cuerpo, que le permite enfrentarse con garantías a cualquier defensor por poderoso que sea; ello ha permitido al Barça establecer alternativas en la salida del balón, convirtiendo el balonazo frontal en una opción más, por simple que pueda parecer. Sin entrar en el "Drogbasistema" del Chelsea, Ibrahimovic ha proporcionado al Barcelona alternativas interesantes en ese aspecto.

Iniesta, el 10 que juega de 8

Andrés Iniesta es sin duda uno de los grandes talentos del fútbol mundial. Técnicamente maravilloso, con una capacidad de desborde y asociación completamente diferenciales, Iniesta resuelve prácticamente cualquier problema que se produzca en la media en base a su habilidad demoledora a la hora de batir líneas en conducción. Iniesta es uno de los valores y ejes principales de este Barcelona, que, a diferencia del de Cruyff, ha pasado de gestionar el balón en la media a hacerlo en la frontal del área. A pesar de empezar como falso extremo con Frank Rijkaard (posición en la que se forjó una reputación de ineficaz de cara a portería), su posición ha ido variando a lo largo del tiempo, ocupando, además de la posición de interior izquierdo (donde muestra su mejor fútbol), la de extremo (donde, pegado a la cal, pierde sus principales virtudes a pesar de conservar, evidentemente, el desborde) e incluso la de pivote (donde jugó en algunos [desgraciados] partidos en la última época de Rijkaard).

Messi, el 10 que... bueno, el 10

Lionel Messi es, con Cristiano Ronaldo, el mejor futbolista del planeta. En el plano técnico, de hecho, muy probablemente sea el número uno sin discusión; absoluto referente del Barça, mencionar las virtudes de Messi sería tan largo como redundante. Digamos sencillamente que en el Barcelona, que no es un equipo precisamente pequeño a día de hoy, el fútbol es lo que hace él más otros diez. Empezando originalmente en la banda desde la época de Rijkaard, la pasada temporada vio como el crack argentino se ubicaba en la posición clásica de 10, por detrás de los dos puntas, en partidos clave como el disputado en el Santiago Bernabéu o en la Final de Roma. En esos partidos, la amenaza constante que significaban Eto'o y Henry al espacio permitía a Messi vivir con cierta comodidad en el espacio creado entre centrales y pivotes, amenazados estos últimos por Iniesta y Xavi. De hecho, ningún equipo demostró en la pasada temporada tener recursos para hacer frente a esto con garantías, exceptuando el Chelsea de Hiddink.

Cuando 10+10+10 suman menos de 30

En el fútbol existen varias teorías al respecto de la gestión de la calidad. Algunos consideran que lo óptimo es tener un futbolista estrella por línea; otros, que cuanta más calidad se pueda juntar en el campo, mejor, sean los jugadores como sean. Otros consideran que el talento es algo molesto que no debería existir, pero (afortunadamente) son minoría.

En los últimos años, no obstante, hemos vivido, a pesar de los múltiples tópicos que les han rodeado, el auge y caída de varios equipos que presentaban interpretaciones muy distintas del fútbol y de la gestión de plantilla. Ello debe servir para abrir nuestras mentes al respecto; como ya se apuntó después de la Euro'08, lo cierto es que no podemos bajo ningún concepto considerar que un modelo futbolístico es superior o inferior a otro. No obstante, cabe remarcar que en todo modelo se debe mantener una coherencia; que en todo sistema es obligatorio que exista una relación directa entre la idea y lo plasmado en el campo. En el caso concreto del Barça, se ha producido una anomalía inesperada, avivada por situaciones imprevistas; el comportamiento de Ibrahimovic, Iniesta y Messi ha sufrido una inexplicable tendencia hacia la incomprensión en vez de hacia el entendimiento. Sus características, en vez de sumarse, se han solapado; donde esperábamos a un Ibrahimovic delantero, con presencia constante en el área, hemos encontrado a un Ibrahimovic "quinto centrocampista", sumado a un Iniesta en horas bajas y a un Messi que en ocasiones ha copado demasiado protagonismo en vez de mantener la disciplina posicional. Ello, sumado a factores externos a ellos tres que ahora resumiremos, ha provocado que el nivel futbolístico azulgrana de esta temporada fuese sensiblemente más pobre de lo esperado.

10+10+10... +2, +7, +11, +8...

No obstante, no es la intención de este artículo concluir que Iniesta, Messi y Zlatan son incompatibles. Principalmente, porque seguramente eso sería faltarle a la verdad; sus perfiles son similares, pero en absoluto iguales. La solución del Barça a los tres principales problemas causados por este solapamiento (faltas de profundidad, presencia en el área y finalización) debe pasar por un trabajo colectivo y por una utilización más efectiva de las piezas disponibles; Alves debe ser más incisivo y todo lo profundo posible, Keita y Henry deben recuperar peso cuanto antes por ser los dos perfiles muy necesarios dada la situación.

De hecho, cabe incidir en estos dos últimos futbolistas. Las lesiones en el caso del primero, y la decadencia física y el entorno en el caso del segundo, han terminado apartándoles del once titular, cuando se trata de dos jugadores de calidad contrastada y sobretodo de un aporte clarísimo de soluciones al los problemas del "triple 10"; frente al "centrocampismo" de Zlatan, la capacidad para pisar área constantemente de Henry y Keita serían clave; frente a la falta de profundidad debido a la poca indicidencia de los desmarques de ruptura en el fútbol azulgrana en los últimos tiempos, la calidad en el desmarque de Thierry sería una válvula de escape maravillosa.

Así pues, y como colofón a la reflexión, cabría concluir que en ningún caso hay que considerar a Zlatan un error, ni culparle a él de los problemas del equipo. Tampoco sería justo hablar de problemas de planificación, cuando la plantilla de por sí incluye una gran variedad de futbolistas con capacidad para resolver estos mismos problemas. Sencillamente, las circunstancias no han sido las más adecuadas, ni desde dentro ni desde fuera del club (aunque lo segundo era de esperar, como siempre...). Y obviamente, se está perfectamente a tiempo de resolver estos problemas... o debería.

PS:  Encuentro por la red, gracias como siempre al crack Louis, el blog de un personaje curioso y fascinante, el periodista de guerra Ramón Lobo, colaborador de El País. Un hombre que ha vivido en primera persona algunos de los mayores conflictos de los últimos tiempos es una voz bastante autorizada a la hora de hablar de prácticamente cualquier cosa; aquel que ha vivido los extremos de la existencia humana siempre es mucho más capaz de abstraerse y relativizar, de calibrar la gravedad de un problema, que aquellos que vivimos un día a día más monótono y marcado, en líneas generales, por conflictos cíclicos y previsibles.

Por eso me apena que hasta él, incluso él, tenga que terminar hablando de periodismo deportivo. En su artículo de hoy, Ramón nos da su visión sobre el tema. Y no es muy halagüeña precisamente, no.

3 comentarios:

Tomàs Martínez Pés dijo...

Interesante entrada. Que los jugadores jueguen como un equipo es muy importante y eso es lo que realmente hace sumar, estén finos o no los jugadores más decisivos.

Saludos desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/

Pol Gustems dijo...

1ero, estar de acuerdo en que la suma de dieces no había congeniado del todo, aunque el partido de ayer (sin Iniesta) es el ejemplo de que esa compatibilidad es posible. Lo 2ndo unirme al Pésame de tu anterior entrada, estamos de acuerdo en que no era el programa perfecto y que seguramente no iba a canviar nada, pero su presencia era positiva y era entretenido. Y lo tercero, que me voy al enlace de Ramón Lobo para ver qué dice jeje

Saludos!

Anónimo dijo...

Soc L'albert!!!. Estic d'acord amb el que comentes de la falta de profunitat. No més, m'agradaria afegir, a titul personal! uqe en la meva opinió aquets porblemes poden ser deguts a altres factors com ara la dificultat alhora de treure la pilota. Els marcatges a xavi obliguen a messi i iniesta (quan juga a l'extrem) a retrasar execivament les seves posicions per intentar donar fluidesa al mig del camp i aixo fa baixar el "punch" del equip en els metres finals. Tot i això el barça de les ultimes jornades esta resolent els partits en segones parts on el rival ja esta baixant el seu rendiment fisic i els espais es troben amb més facilitat i més aprop de l'area rival.

Per últim!! que m'enrrollo com una persiana avui! dubtu que tornem a veure l'henry del tram fianl de la passada campanya! es una pena pero es un nanu que lany passat ja va fer el que volia i careix de motivació, ni tant sols que sigui any de mundial (cosa que a Ronaldinho sembla que a dies el motivi! ajajja) arregla res.

Avere si un dispate de maig aixi perque si... anem a madrid!

Per altre banda