
Poco tiempo para tanto cambio

En esencia, los mismos que llevan sabiéndolo todo desde que Kubala empezó a darle toques a un balón. Los que se creen en posesión de la verdad, pase lo que pase; los que no se ven jamás afectados por lo que digan o escriban, puesto que si funciona se arrogarán el mérito, y si no funciona, nadie se acordará del fallo.
Pues bien, querría recordarles a los "iluminados" que los aficionados podemos hacer lo que nos plazca, podemos estar eufóricos y descorchar tres botellas de cava al día; no somos nosotros/as, afortunadamente, quienes jugamos cada semana un partido de Primera y uno de Champions o Copa, sino esos veintitrés-veinticuatro profesionales (repito: pro-fe-sio-na-les, no aficionados que necesiten consejo de los "iluminados") a quienes dirige Pep Guardiola.
No nos equivoquemos. Son ellos los que jugarán, ellos los que deberán controlar esa famosísima euforia (que yo no conozco todavía, a ver si me la presentan un día de estos... eso sí, debe ser guapísima si todos hablan de ella, ¿no?). Son los jugadores y el cuerpo técnico los que deben quedar a salvo de relajaciones y demás problemas cósmicos típicos del fútbol.
Nosotros, afortunadamente, podemos hacer lo que nos venga en gana.
Elegantes formas de tirar el dinero; clases prácticas de negocio ruinoso

Matizo, eso sí, que el único pero era la oferta del Chelsea, que yo personalmente hubiera considerado más idónea aún dada la evidente solidez del nuevo proyecto, liderado por un técnico exitoso como Scolari y protagonizado por los futbolistas de máximo nivel del equipo "blue" al que se añadía el jugador-ganador por excelencia, el ex del Barça Deco. De todos modos, el City ofertaba más... y Robinho se fue al City, lógicamente.
Hasta aquí, bien, pero... ¿cómo podía yo prever que Mark Hughes se iba a dejar el crédito conseguido en los Blackburn Rovers a la primera de cambio? ¿Cómo podía yo prever que el City realizaría, en vez de incorporaciones lógicas y encaminadas a formar un bloque sólido, cuatro fichajes aparentemente aleatorios y más que discutibles, ninguno de los cuales de calidad verdaderamente diferencial?
Es obvio que un pobre servidor no podía saber lo rematadamente mal que lo iban a hacer en el City of Manchester Stadium... sí, lo sé, uno no es perfecto, qué queréis...
Motivación y teoría... ¿"and" o "versus"? (N. del A.: Ensayo corto, malo y sin conclusión, no apto para gente con buen gusto)

No me gusta la "poética futbolística"; creo que no hay razón alguna para comparar lo que hacen once tíos contra once más con una pelota de por medio con lo que hacían, años ha, soldados que luchaban a muerte por la causa que fuera (o por ninguna en especial en la mayor parte de casos). No creo en la "épica" (forma muy utilizada en estos últimos tiempos para tapar lo que ha sido un partido de nivel pésimo ganado por los pelos), ni en las "conjuras" (forma de llamar al mínimo orgullo profesional a un grupo sin dirección ni idea futbolística alguna), ni en nada por el estilo; pero es obvio que no se puede despegar el aspecto motivacional del puramente técnico.

Navidad, Fin de Año... ké vonito éh bibir en un puévlo

Pues bien, resulta obvio que un servidor no tiene ni un triste euro en el bolsillo. ¡Qué vida más triste!, diría el tío ese que tenía un blog para colgar vídeos y ahora sale por la tele (podríamos analizar eso en gran profundidad... pero P41 lo haría con mucha más gracia y acidez que yo). Pues si viera el pobre tipo lo que es que para más inri te digan que no justo al empezar... bueno, bueno, lo dejaremos aquí, que tampoco os interesa mi vida sentimental. Al loro que podría estar embaucando a algunos de ustedes, y eso no me gusta. A lo que íbamos; si no tienes un euro, ni pareja, y en Nochevieja te encuentras viviendo en un pueblo que resulta ser lo más parecido a un agujero negro que se encuentre en el Sistema Solar... pues te tienes que aguantar y pagar veinte euros (que no tienes) para entrar en una sala (que odias con todas tus fuerzas) y pasar allí la noche (aburriéndote como una ostra en un vivero).

Deseadme suerte; me hará mucha falta... más o menos, un par o tres de kilos. Envueltos, a ser posible, que son para regalo.
PD: Ah, y por cierto, si no nos vemos antes... ¡Feliz Navidad!